Jutba pronunciada en la Husainiya Imam Rida (P) de Sevilla, el 15 de diciembre de 2017
1ª Parte: Los milagros del Profeta Muhammad (PBd)
لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ الْعَظيمُ الْحَليمُ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ رَبُّ الْعَرْشِ الْكَريمُ اَلْحَمْدُ للهِ رَبِّ الْعالَمينَ
la ilaha illal lahu al‘athimul halimu la ilaha illal lahu rabbul ‘arshil karimul hamdu lillahi rabbil ‘alamin
No hay divinidad sino Allah, el Infinito, Prudentísimo. No hay divinidad sino Allah, Señor del Trono Glorioso. Alabado sea Allah, Señor de los universos.
اَلْحَمْدُ للهِ الاَوَّلِ قَبْلَ الاِنْشاءِ وَالاِحْياء وَالاْخِرِ بَعْدَ فَناءِ الأشْياء
alhamdu lillahil auuali qabla l'insha'i ual ihia'i ual 'ajiri ba'da fana'il ashia'i
Alabado sea Allah, el Primero anterior a la creación del universo y los seres vivos y el Último luego de la desaparición de todas las cosas.
اَلْحَمْدُ للهِ الَّذى لَمْ يُشْهِدْ اَحَداً حينَ فَطَرَ السَّمواتِ وَالاَرْضَ
alhamdul lil lahil ladhi lam iushhid ahadan hina fataras samauati ual arda
Alabado sea Allah, aquel que no tuvo testigos cuando creó los cielos y la tierra
وَلاَاتَّخَذَ مُعيناً حينَ بَرَأ النَّسَماتِ
ua lat tajadha mu'inan hina bara'an nasamati
y no necesitó ayudante cuando creó los seres.
للّـهُمَّ صَلِّ عَلَى مُحَمَّـدٍ وَآلِ مُحَمَّـد
allahumma salli 'ala muhammadin ua ali muhammadin
Allahumma Bendice a Muhammad y a la Familia de Muhammad
وَصَلَّى اللهُ عَلَى رَسُولِهِ، والأَئِمَّةِ الْمَيامِينَ مِنْ آلِهِ
ua sallallahu 'ala rasulihi ual a'immatil maiamina min alihi
y que Allah Bendiga a Su Mensajero y a los santos Imames de su Familia,
وَسَلَّمَ تَسْـلِيمًا كَثِيـرًا
ua sallama tasliman kaziran
y les otorgue abundante Paz.
صَلَّى اللّهُ عَلَيْهِمْ أَجْمَعِينَ، وَلَعَنَ اللّهُ أَعْداءَ اللّهِ ظالِمِيهِمْ مِنَ الاَ وَّلِينَ وَالاَخِرِينَ
sallal lahu 'alaihim ayma'ina ua la'anal lahu a'da'al lahi thalimihim minal auualina ual ajirina
Allah os bendiga a todos y maldiga a vuestros enemigos, los opresores, desde el primero al último.
* * *
AS SALAMU ‘ALAIKUM
Dice Allah (SWT) en la sura Al-Isra’:
قُل لَّئِنِ اجْتَمَعَتِ الإِنسُ وَالْجِنُّ عَلَى أَن يَأْتُوا بِمِثْلِ هَذَا الْقُرْءَانِ لاَ يَأْتُونَ بِمِثْلِهِ وَلَوْ كَانَ بَعْضُهُمْ لِبَعْضٍ ظَهِيراً
qul la-ini iytama’ati al-insu ualyinnu ‘ala an ia/tu bimizli hatha alqur-ani la ia/tuna bimizlihi ualau kana ba’duhum liba’din thahiran
«Di: Ciertamente que aunque se reunieran el hombre y el genio para traer algo igual que este Corán no traerían algo igual, aunque se ayudasen mutuamente».
Corán 17: 88
En el último jutba hablábamos del aniversario del natalicio del Profeta Muhammad (PBd) y hacíamos un ligero repaso a los acontecimientos que marcaron su vida. Acerquémonos hoy a otras de sus características.
Los adversarios del Islam y del Profeta frecuentemente intentan negar su condición de profeta alegando que no se le conocen milagros como los que la Biblia narra de Moisés o Jesús (P) por ejemplo, como si la realización de ese tipo de milagros fuese una condición necesaria para corroborar la veracidad de dicha condición en una persona.
Sin embargo, ¿es cierto que el Profeta (PBd) no realizó milagros? El Mensajero del Islam (PBd) sí realizó numerosos y diferentes milagros que fueron registrados en los libros de historia y tradiciones, sin embargo entre todos ellos hay uno que destaca sobre los demás y que en realidad es su milagro eterno, un milagro que ningún otro Profeta tuvo, y este no es otra cosa que el Sagrado Corán.
El Profeta (PBd) manifestó su Profecía y su Mensaje presentando este Libro Celestial, y desafió a la gente con relación al mismo retándoles a presentar algo igual si es que podían, pero a pesar de ese tajante desafío coránico, nadie pudo presentar algo igual ni durante la época de la Revelación del Mensaje ni hasta hoy en día.
Los enemigos del Islam no escatimaron ningún esfuerzo a lo largo de catorce siglos desde el surgimiento del Islam para dirigirle ataques y tratar de perjudicar a esta religión, incluso utilizaron el arma de acusar al Mensajero del Islam (PBd) de ser brujo, loco y otras cosas similares, pero con todo ello jamás pudieron enfrentar al Sagrado Corán ni oponérsele en absoluto, siendo incapaces de traer ni siquiera una pequeña aleya que se asemeje a las del Corán.
El secreto de que el Mensajero del Islam (PBd) haya sido distinguido entre todos los profetas con un milagro tal, es que la suya es el sello de las religiones, su ley es la última y definitiva de entre las leyes divinas; y una religión eterna y una ley definitiva necesitan de un milagro eterno que sea una prueba concluyente del Mensaje en todas las épocas y generaciones.
La milagrosidad del Corán puede apreciarse desde numerosos ángulos. Cuando el Sagrado Corán fue revelado, lo primero que asombró a los árabes fue la belleza de sus palabras, su asombrosa sintaxis y lo sublime de sus significados. Es por eso que el Mensajero de Dios (PBd), mediante la recitación de las aleyas del Libro Sagrado y mediante su repetido desafío a los árabes para que aportaran algo igual a sus palabras si es que podían, hacía que los gigantes de la lengua y la literatura árabe se vieran obligados a someterse ante el Corán, doblegarse ante la grandeza del Islam, y reconocer que las palabras coránicas se encuentran por encima de las de los humanos.
Una evidencia adicional que abunda en la excepcionalidad de lo anterior es cómo el Profeta (PBd), aquel que expuso el Corán, era una persona iletrada que no había recibido instrucción, y que antes de la Revelación no le había sido impartido ningún tipo de enseñanza, no había ingresado en ninguna escuela, ni había sido educado por ningún maestro, ni leído libro alguno. Si el Profeta (PBd) hubiese tenido una instrucción académica previa, los incrédulos hubiesen atribuido la grandeza literaria del Corán a la misma.
Igualmente, el Sagrado Corán fue recitado a la gente por el Mensajero de Dios (PBd) a lo largo de 23 años y bajo diferentes circunstancias personales y sociales, siendo lo natural en cualquier “autor” que a lo largo de ese tiempo y distintas circunstancias se apreciara en sus palabras diferencias en el estilo y características de la expresión. Sin embargo vemos cómo en el caso del Corán, en su redacción, no existen estas diferencias de estilo y expresión, ni incongruencias o disimilitudes en sus palabras, a pesar de ser transmitido en forma gradual durante esos 23 años y en diferentes estados y circunstancias de rigor y holgura, tristeza y alegría, guerra y paz, seguridad y peligro.
Si bien el milagro del Corán desde el aspecto literario sólo puede ser apreciado realmente por quienes poseen un dominio suficiente del idioma árabe, afortunadamente el resto de los aspectos milagrosos del Sagrado Corán son factibles de ser comprendidos por la generalidad de las personas.
Dijo el Imam Al-Baqir (P):
“Por cierto que Dios no dejó nada de lo cual la comunidad necesitara sin que lo haya revelado en Su Libro y haya aclarado Su Mensajero. Y dispuso para toda cosa un límite, y para ello un indicio”
El Corán nos habla sobre diferentes y variados temas, desde los conocimientos divinos a la vida en el más allá, pasando por la historia, la moral, la naturaleza, o el ser humano. Igualmente el Sagrado Corán considera la naturaleza primigenia del ser humano y es sobre la base de la misma que dispuso sus leyes contemplando de ese modo todas las dimensiones del espíritu y la vida humana. Estas leyes pueden ser aplicadas en todas las circunstancias, tiempos y entornos. ¿Acaso un hombre corriente puede componer un legislación así?.
El Sagrado Corán explica en diferentes y numerosas aleyas y en diversas ocasiones secretos del mundo de la Creación, de los que la humanidad no tenía ningún conocimiento en absoluto en la época de la Revelación, algunos de los cuales no han sido descubiertos por los científicos sino hasta épocas recientes. Descubrir todos esos secretos por parte de una persona que no recibió ningún tipo de enseñanza ni estudió, no hubiera sido posible sino a través de la Revelación.
Igualmente en el Sagrado Corán se informó de una serie de hechos y sucesos que acontecerían en el futuro los cuales, posteriormente, fueron confirmados por la historia, como por ejemplo la victoria sasánida sobre los bizantinos y el posterior triunfo de estos sobre los primeros.
En definitiva estos aspectos señalados junto a otros muchos que marcan el carácter milagroso de la Revelación coránica, son sólo la muestra del mayor milagro que protagonizó nuestro amado Profeta Mauhammad (PBd). No fue el único, pero ciertamente ante el esplendor de este, el resto de los otros que el Profeta protagonizó a lo largo de su vida, quedan minimizados e incluso ocultos a los ojos de quienes no quieren ver, a veces ni tan siquiera este.
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UAL ‘ASR...
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2ª Parte: Al-Quds
اَللّـهُمَّ اِنّي اَفْتَتِحُ الثَّناءَ بِحَمْدِكَ، وَاَنْتَ مُسَدِّدٌ لِلصَّوابِ بِمَّنِكَ، وَاَيْقَنْتُ اَنَّكَ اَنْتَ اَرْحَمُ الرّاحِمينَ في مَوْضِعِ الْعَفْوِ وَالرَّحْمَةِ، وَاَشَدُّ الْمُعاقِبينَ في مَوْضِعِ النَّكالِ وَالنَّقِمَةِ، وَاَعْظَمُ الْمُتَجَبِّرِينَ في مَوْضِعِ الْكِبْرياءِ وَالْعَظَمَةِ،
Allahumma ini aftatihu azzana’a bihamdika. Ua anta musaddidu lissauaabi bimmanika. Ua aiqantu Annaka anta arhamu al rahimin fi mauadhi’i al ‘afui ual rahmati. Ua ashaddu al mu’aquibin fi maudhi’i annakaali ua annaqimati. Ua a’thamu almutayabbirin fi mauadhi’i alkibria’i ua al’athamati.
¡Allahumma!, comienzo el elogio con Tu alabanza, pues eres Tú quien conduce infaliblemente y por Tu Gracia, hacia la verdad, y porque he llegado al convencimiento de que Tú eres el más Clemente de los clementes cuando se trata del Perdón y la Misericordia. El más firme de los que castigan, cuando se trata del Castigo y de la Venganza. Y el más Grande de los grandes, cuando se trata de la Gloria y la Majestad.
اَللّـهُمَّ صَلِّ عَلى مُحَمَّد عَبْدِكَ وَرَسُولِكَ، وَاَمينِكَ، وَصَفِيِّكَ، وَحَبيبِكَ، وَخِيَرَتِكَ مَنْ خَلْقِكَ، وَحافِظِسِرِّكَ، وَمُبَلِّغِ رِسالاتِكَ
Allahumma salli ‘ala muhammad ‘adika ua rasulika. Ua aminika. Ua safiika. Ua habibiika. Ua jiaratika min jalqika. Ua hafithisirrika. Ua muballigi risalatika.
¡Allahumma!, Bendice a Muhammad Tu siervo y Tu Profeta, Tu confidente, Tu elegido, Tu bien amado y la mejor de Tus criaturas, el guardián de Tu secreto, el que comunica Tus mensajes.
اَللّـهُمَّ وَصَلِّ عَلى عَليٍّ اَميرِ الْمُؤْمِنينَ، وَوَصِيِّ رَسُولِ رَبِّ الْعالَمينَ
Allahumma ua salli ‘ala ‘aliin amir al mu’minin. Ua uasii rasuli rabbi al ‘alamin.
¡Allahumma!, Bendice también a Tu servidor ‘Ali, ‘Amir al mu’minin, heredero del Mensajero del Señor de los Mundos.
وَصَلِّ عَلَى الصِّدّيقَةِ الطّاهِرَةِ فاطِمَةَ سَيِّدَةِ نِساءِ الْعالَمينَ
Ua salli ‘ala assiddiqati at tahirati fatima saiidati nisa’i al ‘alamin.
Bendice también a la Verídica y Pura Fatimat az Zahra, Señora de las mujeres del universo.
وَصَلِّ عَلى سِبْطَيِ الرَّحْمَةِ وَاِمامَيِ الْهُدى، الْحَسَنِ وَالْحُسَيْنِ سَيِّدَيْ شَبابِ اَهْلِ الْجَّنَةِ
Ua salli ‘ala sibtai alrrahmati ua imaamai alhuda. Al hasan ual husain saidai shabaabi ahlil yannati.
Bendice también a los dos niños de la Misericordia, los dos Imames del Camino Recto, Hasan y Husein, Señores de los jóvenes del Paraíso.
وَصَلِّ عَلى اَئِمَّةِ الْمُسْلِمينَ، عَلِيِّ بْنِ الْحُسَيْنِ، وَمُحَمَّدِ ابْنِ عَلِيٍّ، وَجَعْفَرِ بْنِ مُحَمَّد، وَمُوسَى بْنِ جَعْفَر، وَعَلِيِّ بْنِ مُوسى، وَمُحَمَّدِ بْنِ عَلِيٍّ، وَعَلِيِّ بْنِ مُحَمَّد، وَالْحَسَنِ بْنِ عَلِىٍّ، وَالْخَلَفِ الْهادي الْمَهْدِيِّ، حُجَجِكَ عَلى عِبادِكَ، وَاُمَنائِكَ في بِلادِكَ صَلَاةً كَثيرَةً دائِمَةً
Ua salli ‘ala aimmati al muslimin. ‘ali ibn alhusain, Ua muhammad ibn ‘ali, ua ya’far ibn muhammad, Ua musa ibn ya’far. Ua ‘ali ibn musa. Ua muhammad ibn ‘ali. Ua ‘ali ibn muhammad. Ua Hasan ibn ‘ali. Ua aljalafi alhadi al mahdii. Huyayika ‘ala ‘ibadika. Ua umana’ika fi biladika salaatan kaziratan da’imata.
Bendice también a los Imames de los musulmanes: ‘Ali Ibn al Husein, Muhammad al Baqir, Ya’afar as Sadiq, Musa al Kazim, ‘Ali ar Ridha, Muhammad al Yauad, ‘Ali al Hadi, al Hasan al Askari y el Sucesor. Son Tus evidencias para Tus siervos y Tus confidentes en Tu nación (la tierra). Bendícelos, mucho y siempre.
اَللّـهُمَّ وَصَلِّ عَلى وَلِىِّ اَمْرِكَ الْقائِمِ الْمُؤَمَّلِ، وَالْعَدْلِ الْمُنْتَظَرِ، وَحُفَّهُ بِمَلائِكَتِكَ الْمُقَرَّبينَ، وَاَيِّدْهُ بِرُوحِ الْقُدُسِ يا رَبَّ الْعالَمينَ
Allahumma ua salli ‘ala ualii amrika alqa’imi almu’ammali. Ua al’dli almuntathari. Ua huqqahu bimala’ikatika almuqarrabin. Ua aiidhu biruhi alqudusi ia rabba al’alamin.
¡Allahumma!, Bendice igualmente al Tutor de Tu Orden (precepto), al Qa’im, el Levantador esperado y el Justo esperado. Rodéalo de Tus ángeles, los más próximos a Tu Gloria y sostenlo por el Espíritu Santo, ¡oh, Señor de los Mundos!.
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Hermanos, temamos a Allah con el temor de los esperanzados, afirmémonos en el Islam y aferrémonos al asidero más firme. E igualmente, seamos ordenados en nuestros asuntos.
Hace ya unos días que se oficializó el reconocimiento por parte de los EE.UU. de la ciudad de Al-Quds como capital del ente sionista de Israel. En estos días hemos visto cómo en algunos lugares del mundo se han realizado manifestaciones más o menos numerosas en apoyo de Palestina, y también algunas declaraciones por parte de distintos representantes gubernamentales tanto de países de la zona, como de fuera de ella; bien fueran para cumplir pero sin causar demasiada estridencia, bien fueran para llamar a los países árabes y musulmanes a unirse verdaderamente para enfrentar ente nuevo envite del sionismo realizado a través de su manijero estadounidense.
Cuando denunciamos la ocupación de Palestina y con ella la de Al-Quds, no lo hacemos para solidarizarnos con una simple reivindicación nacionalista de un pueblo oprimido por agentes externos que ansían exterminarlo para usurpar sus tierras. Cuando nos referimos a la ocupación de Palestina y con ella la de Al-Quds, estamos hablando de la mayor tragedia y la más sangrante herida que la Ummah musulmana está sufriendo desde hace un siglo, tragedia que comenzó con la conspiración de Balfour a la que nos referíamos hace unos días y que ahora está experimentando un nuevo capítulo con la ilegal decisión del Presidente de los EE.UU. de reconocer a Al-Quds como capital del ente sionista de Israel y por tanto trasladar allí la embajada de su negro país.
Al-Quds, la primera qiblah de los musulmanes y generalmente considerada como el tercer lugar más sagrado del Islam.
Ellos maquinan, pero Allah (SWT) es el mejor de los maquinadores. Demostrado ha quedado, y especialmente en los últimos años, cómo cada complot del colonialismo filosionista se ha traducido en un fracaso para ellos y en un fortalecimiento del campo de la Resistencia. Lo hemos visto en Iraq, lo hemos visto en Siria, lo hemos visto incluso en las recientes maniobras saudíes para controlar El Líbano. Cada maniobra destinada a dañar el campo de la Resistencia se les ha vuelto en contra a sus malos estrategas, y en este caso insha Allah ocurrirá lo mismo.
A pesar de todas las artimañas externas e internas llevadas a cabo en las últimas décadas para dividir y destruir la Ummah, y que ciertamente han tenido un éxito momentáneo, y tal vez cuando más felices se las prometía el colonialismo filosionista creyendo haber alcanzado su objetivo definitivamente, el nuevo embate sionista ejecutado por el obtuso presidente estadounidense puede servir precisamente para que esta maltrecha Ummah recapacite y vuelva a tomar conciencia de la necesidad de unir nuestras manos para evitar la aplicación de la nada inteligente decisión estadounidense, e incluso más allá, retomar el objetivo de la liberación de la tierra palestina como el principal de la Ummah hoy en día, objetivo en torno al cual comenzar a reconstruir la tan necesaria unidad.
¿Qué ha podido provocar el envalentonamiento del sionismo y sus agentes en este momento, al punto de no considerar que esta acción pueda volvérseles en contra como las anteriores?.
Sin duda uno de los motivos decisivos para este nuevo envite es el establecimiento de algunos países de la zona de relaciones secretas, e incluso consultas y coordinación, con el régimen del ente sionista.
Estos países en lugar de trabajar por contrarrestar las amenazas de los sionistas en la región, por el contrario se han alineado con los EE.UU. y el ente sionista de Israel para tratar de conseguir lo que ellos denominan “normalización”, lo que no es otra cosa que aceptar la dominación sionista y enterrar para siempre la causa de la recuperación de la ocupada tierra de Palestina. Buena prueba de ello es lo ocurrido durante esta semana en las reuniones de la Organización de la Conferencia Islámica y de la Unión Interparlamentaria Árabe, convocadas con urgencia para tratar sobre la decisión estadounidense, pero que en la práctica, en sus comunicados finales, lo que de facto vienen es a reconocer la existencia de un estado sionista en las tierras palestinas, reclamando si acaso algún apaño para los palestinos con las sobras, que permita “zanjar el asunto” al gusto americano-sionista.
Reivindicar y luchar por la liberación de la tierra palestina no es adoptar ninguna actitud “antisemita” como les gusta decir a los sionistas. El verdadero enemigo de los judíos y del judaísmo no son los musulmanes ni los semitas árabes, sino precisamente el peligroso proyecto del sionismo, que los ha fagocitado
Palestina históricamente ha sido tierra de convivencia de los musulmanes, los cristianos y los judíos nativos de la zona. Sin embargo el conflicto siempre ha llegado a ella cuando elementos extraños han intentado conquistarla. Los sionistas, como en otras épocas los Cruzados, son un elemento extraño en Palestina llegados allí de la mano de otro elemento extraño como fue el colonialismo europeo, y son los que han plantado las semillas del terrorismo, la violencia y el crimen en esta región desde los primeros años del siglo XX.
Desde hace décadas, el régimen sionista ha sido el responsable de la matanza y el desplazamiento de los palestinos, musulmanes o cristianos, sin respetar la santidad de esa tierra. Estados Unidos ha estado apoyando y encubriendo la criminalidad sionista con su poder de veto en el Consejo de Seguridad de las NN.UU. y no ha escatimado esfuerzos para suministrar todo tipo de armamento destructivo al régimen sionista, incluido el nuclear.
Irónicamente, los EE.UU. se han erigido como árbitro de las supuestas negociaciones con las que el frente filosionista viene pretendiendo engañar tanto a los palestinos como al resto de musulmanes no conscientes desde hace décadas, desde los fatídicos acuerdos de Oslo, casi 25 años ya de engaños y traición.
EE.UU. nunca ha sido ni podrá ser un mediador honesto, porque EE.UU. es parte en este asunto. El reciente acto de reconocer a Al-Quds como capital del ente sionista de Israel, a pesar de contravenir lo dispuesto en toda la legislación internacional y la oposición diplomática del resto del mundo, muestra a las claras este partidismo de los EE.UU. y como jamás se puede pensar en ese país como interlocutor para ningún asunto que afecte a la Ummah o incluso a los asuntos de los árabes, de los pueblos árabes mejor dicho.
Lo que los gobiernos de los países árabes y musulmanes en general deberían hacer en vez de simples declaraciones retóricas justificantes y con sordina, es condenar enérgicamente y con acciones claras, concretas y contundentes esta última decisión sobre Al-Quds, poniéndose al frente de sus pueblos en un frente antisionista. Pero ya sabemos que eso no va a ocurrir en la mayoría de los casos.
Y sin esperar a la improbable acción de sus gobiernos, es necesario que el mundo musulmán se una contra el régimen del ente sionista de Israel y en defensa de Al-Quds, sabiendo apartar las diferencias existentes entre nosotros sobre algunos asuntos.
Solo a través de la unidad islámica podremos defender los derechos de la Ummah islámica y al sagrado Al-Quds.
Solo cuando seamos capaces de alcanzar una verdadera unidad islámica en un frente de Resistencia, la Administración de los EE.UU. tomará consciencia de que el mundo del Islam ha dejado de permanecer indiferente respecto al destino de la tierra palestina, y comenzará a pensarse dos veces las cosas antes de emprender envites como el reciente.
De nosotros, de la Ummah islámica, y por encima de nuestros gobiernos claudicantes, depende que seamos capaces de llegar a alcanzar esa unidad en la Resistencia que obligue, primero a esos gobiernos claudicantes y después al resto del mundo, a impedir que el cáncer sionista siga extendiéndose en la tierra palestina y en otras tierras del entorno.
Alabado sea Allah al principio y al final.
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Hermanos, pido el perdón de Allah y Su Indulgencia de para mí y para vosotros, y pido por el perdón de mis pecados y los vuestros.
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KUL HUA...
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Allahumma acepta nuestros ayunos realizados en este mes de Ramadán.
Allahumma otorga alegría a los habitantes de las tumbas.
Allahumma enriquece a todo pobre.
Allahumma sacia a todo hambriento.
Allahumma viste a todos los desnudos.
Allahumma salda la deuda de todo deudor.
Allahumma consuela a todos los entristecidos.
Allahumma retorna a todos los extraviados.
Allahumma libra a todo prisionero.
Allahumma soluciona todos los problemas de los musulmanes.
Allahumma da curación a todos los enfermos.
Allahumma pon fin a nuestra pobreza con Tu opulencia.
Allahumma cambia nuestro mal estado con Tu buen estado.
Allahumma mantennos firmes en Tu camino, y protégenos de la negligencia en el cumplimiento de nuestros deberes hacia Ti.
Allahumma lo que Tú nos has hecho saber de la Verdad, háznoslo aplicar y lo que de la Verdad se nos ha escapado indícanoslo.
Allahumma infunde temor ante la opresión sobre Tus siervos. Asiste a aquellos que no encuentran protector salvo en Ti. Restablece lo que fue alterado de los dictámenes de Tu Libro. Fortalece lo que procede del mensaje de Tu religión, así como la Tradición que procede de Tu Profeta (PBd).
Allahumma ayuda a todos aquellos que combaten verdaderamente en tu nombre y por tu causa y otórgales la victoria.
Allahumma, apresura la reaparición de nuestro maestro, Imam az Zamaan, Al Mahdi (P), que nuestras almas y las de todos en el universo se sacrifiquen por él, e inclúyenos entre sus ayudantes y soldados. Aamiim.
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Jutba pronunciada por el Presidente de la Comunidad Islámica Duodecimana Baiatullah, Mikail Alvarez Ruiz